Love Climbing

by Rubens

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Nombre: Rubens
Ubicación: Pichincha, Ecuador

viernes, junio 25, 2010

Volcán Cotopaxi

Una vez firmado el contrato de que no se hacen responsables de que salga vivo de allá... salí a comprar algo de ropa especializada. Llegó el día, salimos tipo 10am. de Quito donde me llevó en una camioneta 4 x 4 Hernan Bonilla, alias "Nacho", un excelente profesional y persona.
En el viaje tuvimos una conversación bastante amena y en el camino nos detuvimos a comprar algunos víveres como fideos, sopa de sobre, galletas, un poco de pan, agua y chocolates.

La foto adjunta muestra la vista que tenemos desde el refugio al parqueadero.

Conforme nos acercabamos a la montaña, me vi inmerso en el sueño que había tenido ya hace mucho tiempo y se estaba haciendo realidad. Después de un par de horas llegamos al parqueadero y se veía una gran subida hasta el refugio que, con todo el equipo y mochilas nos tomo cerca de 15 minutos a paso más o menos rápido. Una vez en el refugio y luego de que nuestro guía salude a todos sus amigos y conocidos se puso a preparar la comida y yo salí a tomar algunas fotos sin siquiera tener idea de lo que me esperaba.

Luego de distraerme un buen rato entre nuevamente al refugio a comer para retirarnos a dormir temprano tipo 17h00.

Una vez llegada la media noche empezó haber movimiento en el refugio, un poco a oscuras y con algo de frío la gente que iba a escalar se empezaba a preparar.
Para ser sincero no dormí casi nada porque a parte de la presión mental que uno siente al no estar acostumbrado a este tipo de cosas había una tormenta eléctrica que iluminaba por completo el refugio, se escuchaban algunos ronquidos de la gente y también me acoste con la estómago lleno de tanta comida.
Si bien recuerdo desayune un par de avenas Nestle (porque no me gusta la leche), con galletas y pan. Pusieron también unas canciones rockeras en un celular que fueron bastante motivantes.


Una vez terminado el desayuno empezó lo bueno, nos colocamos las chompas, gorras, pasamontañas, arnés, entre otras cosas.. y salimos del refugio a la 1am. Yo había olvidado mencionar que no tenía linterna y el guía llevaba solo la de él. Empezamos el ascenso pero el camino era muy difícil y me tropezaba continuamente por lo que me dió su linterna y él empezo a subir a oscuras por lo que yo trataba de iluminar su camino en la medida de lo posible.
Cuando llegamos a la nieve nos sentamos y nos colocamos los crampones para continuar con el ascenso y realizamos el encordamiento tomando nuestra distancia de seguridad.
Al rato empezó a soplar el viento bastante fuerte y conforme seguíamos caminando ese viento se transformo en tormenta, todo empezó a tornarse blanco y la visibilidad se hizo bastante difícil, tanto que apenas podría ver a Hernan que estaba apenas unos metros delante de mi. Nunca estuve frente a un viento tan fuerte y era una parte que me pareció peligrosa bordeando la montaña en la que el viento me podía hacer resbalar por lo que trataba de ir agarrandome con las manos y la piqueta un poco inclinado hacia la montaña y para ser sincero si me dio un poco de miedo así que me puse a rezar un poco y creanlo o no luego de caminar rezando la tormenta se fue tan rápido como vino (luego me dijo Hernán que si seguía semejante tormenta hubieramos tenido que volver porque incluso había una especie de tormenta eléctrica).

Las horas pasaban y el ascenso se tornó bastante exigente y cada vez que miraba para arriba solo se veía un sin fin de nieve y más nieve y yo preguntandome en qué me había metido. Pero mi preparación mental fue mucho mejor que mi preparación física por cuanto continué sin dar mi brazo a torcer. Empecé a pasar a grupos que habían salido tiempo antes que mi para que luego solo se adelante un guía que iba con un andinista de aspecto oriental que caminaba en línea recta hacia la cima mientras que yo trabaja de subir la montaña en zig zag para alivianar un poco el esfuerzo que hacían mis piernas.
Realizamos varias paradas para tomar agua y comer algunas barras energéticas y del cansancio me sentaba un momento en la nieve pero no podíamos descansar mucho porque inmediatamente se sentía que el cuerpo se enfriaba.

Casi por llegar a la cima y cerca del amanecer nos encontramos con una pared de hielo que no parecía ser gran cosa, recibí ciertas instrucciones y luego de que Hernán subió y me aseguro empecé a escalar la pared ayudandome de la piqueta, (Adjunto foto de la pared al momento del descenso).


Cuando subí la pared casi no podía respirar y tuve que tomarme un par de minutos para recobrar el aliento y fue ahí cuando caí en cuenta a la altura que estaba.


Continué caminando para luego encontrarme con una pequeña grita que sin miedo la salté y continué...
Ya con un poco de luz del amanecer y como por obra y gracia del Espíritu Santo todo se despejo y con el cansancio que sentía pude parar un momento y ver el esplendido paisaje y las pocas nubes que había por debajo de mi. Era un amanecer increíble, era un nuevo amanecer para mi vida, algo así como volver a nacer.


Abrimos la línea y nos plantamos en la cima, y como alguien dijo: "estas ahí como en las nubes flotando en la cima con un estado de extasis absoluto".


Toda la tensión acumulada, todos los miedos, todo el agotamiento, todo el estrés... se va...!



La cima del Cotopaxi.


Fue una sensación increíble el estar en la cima, pero fue casi una tortura bajar porque ya casi no tenía fuerza en las piernas a pesar de ser un deportista y fue impresionante bajar por la montaña ya con luz y ver algunas partes bastante peligrosas por donde había pasado en la madrugada sorteando algunas grietas. Casi al llegar al refugio resbale un par de veces y me percate de que no tenía fuerza en los dedos y apenas tenía fuerzas para caminar. Al llegar al refugio lo único que me provocaba era acostarme un momento pero solo hubo tiempo para tomar una botella de agua y bajar inmediatamente al parqueadero para emprender el regreso a Quito. Al subirme a la camioneta no podía cerrar mis manos y demoré un buen rato para poder quitarme las botas y las medias para ponerme algo más cómodo...
De regreso a Quito, estuve completamente agotado pero con la satisfación de haber realizado algo que por tanto tiempo lo tuve en mente.

Gracias Dios por esa oportunidad!!!

2 Comments:

Blogger M o N z S e I f F e L said...

...Así como la vida es tan corta como para abrigar resentimientos, así también lo es como para dejar de pisar aquellos suelos a los que pocos han llegado... La vida es lo suficientemente generosa como para no ver un sueño hecho realidad... Llegar a la cima de lo impensable te hace más grande, a pesar de todo, y no solo "poder" sino -y lo más importante- "querer" mirar por sobre las nubes, sin duda te hace único.

Solamente un "Espiritu libre" como tú, pudo haber logrado lo que tu lograste. Te felicito con todo mi corazón.

junio 29, 2010 11:13 p. m.  
Blogger Dalton's said...

Grande!!

septiembre 23, 2010 6:06 a. m.  

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